Aplauso unánime a la fusión de usos para La Panificadora de Vigo y el “respeto” por el edificio original
Vecinos, comerciantes, arquitectos y colectivos sociales celebran la conser vación de la factoría como “impulso definitivo” al Casco Vello – Confían en que genere actividad económica en la zona y de mandan aparcamiento para sus miles de usuarios
A. Méndez 17.03.2017 / Faro de Vigo
El proyecto de Jorge Salgado y Celso López para transformar La Panificadora en un núcleo cultural y de ocio en el corazón de Vigo recibe el aplauso unánime de arquitectos, vecinos del Casco Vello, comerciantes, partidos políticos y colectivos sociales que llevan años reclamando la recuperación de la antigua factoría y su apertura al público. Entremos na Panificadora y Salvemos La Panificadora destacan el notable esfuerzo de los arquitectos ganadores por respetar al máximo lo que se conserva en pie de la edificación original y celebran que la propuesta seleccionada por el jurado apueste en exclusiva por dotar de usos públicos el recinto descartando la inclusión de viviendas. Todos los encuestados por FARO definen el diseño de la nueva Panificadora como “muy contemporáneo”, “respetuoso con la historia de la fábrica” y “realista” desde el punto de vista arquitectónico y económico. Confían en que suponga un impulso definitivo a la parte alta del casco histórico vigués y que genere sinergias positivas en el entorno que den lugar a la aparición de más actividad económica asociada.
“Es una solución muy acertada y puede suponer un punto definitivo en la modernización de la ciudad”, apunta Marta Yarza, de Salvemos La Panificadora, que junto a su hermana Eva impulsó una iniciativa para que la rehabilitación del recinto fabril no cayera en el olvido. Para ellas, lo fundamental era la conservación del edificio original, por lo que Yarza se muestra satisfecha con el proyecto elegido por unanimidad por el jurado integrado por representantes del Concello, Zona Franca y la Xunta. “Vigo necesita más proyectos de este tipo y junto a la peatonalización de Porta do Sol supone un avance hacia una ciudad más habitable y abierta a sus vecinos”.
Desde el punto de vista arquitectónico también se muestra satisfecho Uxío Reinoso, de Entremos na Panificadora. “Parece que conserva todos los volúmenes de la factoría original, que era lo más importante y nuestra principal demanda”, valora a expensas de conocer más en detalle el proyecto ganador. Ahora traslada una demanda a las administraciones implicadas y es que acompañen este proyecto de recuperación del patrimonio inmobiliario con un trabajo de recopilación y exposición del patrimonio mueble y toda la documentación relativa a la historia de La Panificadora. El colectivo al que pertenece siempre defendió la opción de crear una pequeña sala expositiva sobre la trayectoria de la que llegó a ser la fábrica de pan más moderna de Europa con su maquinaria original y documentación, hoy en manos de particulares. “El Concello nunca respondió a nuestra demanda”, recuerda Reinoso.
Son muchos los puntos fuertes que advierten los representantes del Casco Vello en el proyecto. Anxo Méndez, de la asociación de comerciantes Vigovello, lo considera directamente “espectacular” y confía en que se traduzca en el “impulso definitivo” que precisa el casco histórico para despegar junto a la peatonalización de Porta do Sol”. “Va a dinamizar una gran área. Puede generar actividad económica en las calles adyacentes y extender su dinamismo casi hasta el Berbés”, confía el portavoz de los comerciantes, que valora especialmente la combinación de muy diferentes usos que le proporcionarán al nuevo edificio utilidad durante todo el día e implica que lo ocupen colectivos con diferentes perfiles y edades. “Estamos muy ilusionados. Ahora ninguna de las partes puede fallar para sacarlo adelante”, avisa Méndez.
En esos insisten todos. La necesidad de materializar la transformación de La Panificadora después de tantos años de letargo. Abandonada desde 1981, la edificación se encuentra en ruinas y sufrió importantes daños en un incendio, pero destaca el arquitecto Salvador Fraga, que tuvo ocasión de recorrerla en detalle junto a FARO, que “conserva una energía y una carga emotiva propia”. Tras conocer el diseño de Salgado y López, destaca que uno de sus puntos fuertes es que “puede aspirar a mantener esa personalidad del edificio. Conserva todo lo relevante”, valora Fraga, que la considera una propuesta “tranquila y sin estridencias” muy acorde a las necesidades actuales del urbanismo. Sitúa entre otra de las bondades del diseño que mantenga “la condición térrea del espacio público, la arena y su efecto de drenaje”, apunta repasando los detalles que han trascendido de una solución que reduce de 13.883 a 9.089 los metros cuadrados de la intervención y apuesta con claridad por la comunicación con Praza do Rei a través de rampas.
Fraga también respalda la combinación de usos públicos a semejanza “del carácter vigués de mezcla y fusión”. En su día, el arquitecto se había mostrado partidario de incluir una parte residencial, pero entiende que la clave es la combinación de diferentes usos y no tan determinantes cuáles. “La heterogeneidad es muy interesante y puede funcionar bien”, valora antes de resumir el proyecto: “saca mucho partido a La Panificadora con pocas intervenciones y sin crear nuevos volúmenes”, aplaude.
El arquitecto y presidente de la Asociación Cultural Casco Vello Alto, Ramón Viéitez, también aplaude la sencillez y el respeto que la propuesta ganadora muestra por la que define como “la catedral industrial de Vigo”. La considera una pieza clave en la rehabilitación del Casco Vello y celebra que los autores de su proyecto de rehabilitación opten por una solución “realista y contemporánea” sin grandes estridencias propias de otra época en la que se premiaba más la arquitectura “de fantasía”.
También como vecino de la zona, confía en que atraiga más población y actividad económica y tras sondear a otras familias del Casco Vello plantea una posible dificultad: gestionar a diario toda la afluencia de público que puede generar este equipamiento no habiendo ahora mismo aparcamiento en la zona para vecinos tras el cierre del parking de Porta do Sol. Plantean la posibilidad de construir plazas subterráneas en parte de la parcela y proponen que en lugar de una rampa hacia Porta do Sol se aproveche para crear una especie de graderío al aire libre en el que se puedan realizar proyecciones o espectáculos. Consideran positivo reducir o suprimir el espacio para coworking y apostar por nuevos usos porque apuntan a que hay muchos centros de este tipo en el municipio con espacio libre.