«Nuestro sector continúa hibernando»«No quedan tantas viviendas sin vender. Pero tampoco hay demanda de muchas más».

MARÍA HERMIDA 

PONTEVEDRA / LA VOZ

Arturo Ramírez es vicepresidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Pontevedra, y responsable de una constructora pontevedresa. Conoce bien el sector en el que se mueve. Por eso no le sonó a chino ni mucho menos la información publicada por este medio con respecto a que, salvo casos muy puntuales, no hay proyectos previstos para la construcción de pisos ni en Pontevedra ni en Arousa. «Es totalmente cierto, no se construye», empieza diciendo.

-Su sector sigue sin aventurarse a construir, ¿por qué, no hay demanda de nuevos pisos? -Efectivamente, nuestro sector continúa hibernando. No hay demanda de compra. Existe la necesidad de mucha gente de meterse en pisos, pero se está optando más por el alquiler. Así que es muy difícil meterse actualmente a hacer una promoción.

-¿También es difícil conseguir financiación, o los bancos van abriendo el grifo del crédito? -Los bancos no lo ponen fácil. Hay que tener en cuenta que se trata de nuestros principales competidores, ya que ellos tienen vivienda a la venta. Actualmente, el banco te exige unos porcentajes de venta altos para apoyarte económicamente. Pero no solo está el factor de la financiación. El promotor actualmente se enfrente a otro problema muy gordo. Se llama tiempo. En hacer una promoción como mínimo se invierten cinco años, y actualmente el escenario es tan cambiante que nadie puede asegurar lo que va a pasar dentro de un lustro. Ahora va todo a una velocidad enorme, las necesidades de hoy no tienen nada que ver con las que puede haber dentro de cinco años. Ante este panorama es difícil que alguien se anime a construir, desafortunadamente.

-¿Cuándo habla de escenario cambiante a qué se refiere, a la economía o a las exigencias técnicas y legales que se exigen a una edificación? -Un poco a todo. Ahora mismo todo es cambiante. En cuanto a la legislación, por ejemplo, no tenemos estabilidad. Los concellos, en muchos casos, no tienen sus planeamientos actualizados. Podemos ver problemas de ese tipo o de otros con los PXOM tanto en Pontevedra como en Vigo u otros ayuntamientos. Eso supone complicaciones a la hora de edificar. Asimismo, las exigencias técnicas cada vez son mayores. Y las necesidades de la sociedad van muy por delante de la legislación. Vamos, que el panorama en general es inestable.

-¿Todavía quedan muchas viviendas sin vender en las Rías Baixas, de todo lo que se construyó con el bum? -No quedan tantas viviendas sin vender. Pero tampoco hay demanda de muchas más. Y es una pena porque las ciudades tienen que ponerse trajes nuevos

.-¿Cuál cree que es la imagen de su sector después del batacazo de la construcción? -Yo creo que hubo personas, promotores, que hicieron las cosas por encima de sus posibilidades. Pero creo que no nos representan a todos. Y que en el sector hay gente muy seria, que hace las cosas muy bien.

-¿Cree que se van a volver a comprar pisos para invertir? -Yo creo que sí. Desde luego, es la inversión más fiable.