Attica21 plantea derribar el hotel Samil y levantar otro en armonía con el entorno por 21 millones

13 julio 2018

Dispondrá de 125 cuartos, piscina, spa, salas de convenciones y 102 plazas de aparcamiento -Es la única firma que optó a la venta promovida por el Concello con una oferta de 2,6 millones -Sumará cuatro edificaciones de menor altura que la actual

Carlos Prego / Faro de Vigo

El hotel Samil dará paso a un nuevo complejo turístico con una fisonomía radicalmente distinta. El Concello tiene ya sobre la mesa la propuesta de la única operadora que ha optado a comprar los terrenos del hotel, puestos a la venta por Praza do Rei con un precio mínimo de 2,1 millones de euros. La aspirante, Hotels Attica21 -una cadena creada en 2008, propiedad de Inveravante y que dispone de siete establecimientos en España, incluidas A Coruña y Vilalba-, prevé crear un complejo hotelero de 125 habitaciones formado por cuatro bloques con una altura en superficie que no superará las cuatro plantas, además de otras dos soterradas. El cambio con respecto al hotel actual será notable: el edificio que se alza en la parcela desde hace décadas, ahora abandonado y que habrá que demoler, es una estructura compacta que actúa como pantalla y alcanza las siete plantas.

Para dar forma al nuevo hotel Attica21 prevé invertir 20,68 millones de euros, una cantidad a la que se suman los 2,6 millones que pagaría por la parcela. Ayer su propuesta pasó por la junta de clasificación de ofertas, por lo que está ya en fase de adjudicación provisional. Solo el derribo del actual hotel le exigirá a la operadora un desembolso de 420.900 euros. Una vez demolido el viejo inmueble, que disfrutó de sus años de esplendor en la década de los 70 y ahora está abandonado, Attica21 deberá aportar casi 300.900 euros para el movimiento de tierras, 655.300 para la cimentación y 1,18 millones para dar forma a la estructura del futuro complejo En total, entre la demolición y la construcción la empresa invertirá 11,8 millones de euros, a los que se sumarán los reservados para el equipamiento y dotar de mobiliario al hotel.

En el cronograma que ha presentado al Concello, la empresa plantea completar las obras en algo menos de dos años: 22 meses. La demolición no debería demorarse más allá de 90 días después del inicio de los trabajos y la cimentación estaría lista -según el calendario que maneja la operadora- al cabo de siete meses. A finales de mayo el Ayuntamiento apuntaba que su objetivo era cerrar la venta en agosto y que el nuevo complejo abriera sus puertas aproximadamente en febrero de 2020.

Permeable con el entorno

El futuro establecimiento de Attica21 romperá por completo con el concepto del hotel Samil. Además de rebajar su altura, pasando de siete a cuatro plantas, la operadora quiere que se integre en el entorno y ganar en “permeabilidad”. El objetivo: que no actúe como una barrera visual. Al complejo se accederá a través de una plaza conectada con la calle y que estará aislada mediante una barrera vegetal. En cuanto al diseño, la operadora apuesta por “un lenguaje arquitectónico vanguardista” y una composición abierta a su entorno.

Además de su ubicación privilegiada, uno de los grandes atractivos del establecimiento -que aspira a alcanzar una categoría de cuatro estrellas superior- será su dotación de servicios. La empresa plantea incluir un SPA, con piscina interior y otra exterior, un patio ajardinado o un chill out en la terraza. Con el objetivo de romper la estacionalidad y no convertirse en un alojamiento exclusivo de verano, el hotel apostará por el turismo de congreso. Para atraerlo incorporará salas de convenciones, que contarán con la ventaja añadida de un amplio parking de 102 plazas. El hotel está diseñado para sumar 123 cuartos, si bien con un pequeño cambio se ganarían dos más.

En su proyecto Attica21 pone énfasis también en el empleo que creará, tanto durante la fase de obras como una vez que el alojamiento esté listo y con sus puertas abiertas. Las previsiones de la operadora pasan por generar 180 empleos directos mientras duren las labores de demolición y construcción, a los que sumarán otros 400 puestos indirectos. Una vez abra sus puertas, la cadena calcula que dará trabajo a 60 personas de forma directa y a otras 180 de manera indirecta.

Cuando sacó a la venta la parcela del hotel Samil, el Concello ya avanzaba que a la hora de valorar las propuestas tendría en cuenta aspectos como la accesibilidad del nuevo alojamiento, su sostenibilidad, eficiencia energética… Aspectos que Attica21 detalla en su proyecto. Para facilitar el acceso al complejo -tres bloques para cuartos y uno de zonas comunes-, la firma prevé instalar ascensores de gran tamaño que permitan el paso tanto de personas con movilidad reducida como de carritos de bebé.

Otro aspecto que la empresa asegura que tendrá muy en cuenta es la eficiencia energética y el respeto por el medio ambiente. Gracias a la tecnología que incorporará, la cadena cree que reducirá un 30% su consumo de energía con respecto a los niveles habituales para un hotel de sus dimensiones. En la cubierta del hotel se recogerán aguas pluviales que -tras pasar por un proceso de filtrado- se almacenarán en un aljibe con el fin de reaprovecharlas más tarde para regar las zonas ajardinadas, así como el abastecimiento de los inodoros y urinarios. La firma también ha diseñado un plan para seleccionar y procesar los residuos que se generen con el derribo.

Categoría: Noticias Prensa

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