Aumenta en Vigo el alquiler de habitaciones debido a la escasez y carestía de pisos
Apenas hay medio millar de viviendas en el circuito de alquiler, lo que encarece los precios.
José Teo Andrés / Atlántico Diario
En el mercado del arrendamiento de la ciudad, con una oferta mínima y los precios más caros de Galicia, ya hay 225 habitaciones frente a 550 viviendas. Las primeras son usadas por jóvenes de menos de 40 años que para alquilar un piso tendrían que dedicar más del 50% de sus ingresos, lo que les resulta inviable.
La demanda de habitaciones de alquiler, una fórmula que tenía escaso tirón, crece cada vez con más fuerza en las principales ciudades de Galicia, especialmente en Vigo, debido sobre todo a la escasez creciente y al precio al alza de pisos en el circuito comercial de arrendamiento. Hay incluso un perfil para el principal interesado: una persona joven entre 18 y 40 años de edad que con sus ingresos unipersonales no puede hacerle frente a un alquiler de manera personal al suponer el esfuerzo de pagar un alquiler en más de un 50 por ciento de todos sus ingresos. Esta modalidad por habitaciones incluye el disfrute de las zonas comunes y casi siempre el consumo de luz y agua o gas. Cuando no es así los gastos comunes suelen ser compartidos. En Vigo ya hay 225 habitaciones en el circuito de alquiler y un total de 550 viviendas para su arrendamiento. Son cifras que tienden a acercarse, mientras sigue creciendo el porcentaje de pisos que se destinan al uso turístico.
Destaca la patronal inmobiliaria Fegein, el elevado precio de los alquileres y una oferta menguante que marcó este febrero mínimos históricos de stock de oferta por debajo de las 3.000 viviendas en el conjunto de los 313 ayuntamientos de Galicia. “Esto hace que el alquiler de habitaciones sea bastante común, especialmente entre los jóvenes, que se quieren independizar, pero no disponen del dinero suficiente para hacerlo en una vivienda individual. Y lo que aconsejamos desde Fegein es que todos los gastos relativos a la casa, como las facturas, deben de ser totalmente transparentes para evitar conflictos de convivencia”, explica Benito Iglesias, presidente de la entidad gallega y de la asociación viguesa del sector.
El diagnóstico sobre la realidad del mercado de la vivienda en arrendamiento no ofrece dudas. En primer lugar, hay una oferta mínima de pisos en alquiler y unos precios en máximos en las dos principales ciudades de Galicia, A Coruña y Vigo. Y además, en el 92% de las viviendas para arrendar en las dos ciudades su precio es superior a los 500 euros y únicamente el 8% tiene un precio inferior a los 500. Todo ello con un precio medio de 9,6 euros el metro cuadrado en Vigo en alquiler, el más elevado de toda Galicia. Y un 8,6 de precio medio metro cuadrado en A Coruña. Lo cual supone en Galicia el incremento del alquiler en un 6,8% en la comparativa interanual.
“El problema de los precios de los alquileres y la escasez de una oferta de viviendas en alquiler lo tenemos principalmente en las ciudades de Vigo, A Coruña y Santiago, donde un tercio de las viviendas habituales son ya en arrendamiento, suponiendo un salto cualitativo y cuantitativo en los últimos 12 años al incrementarse en más de un 40% los hogares en alquiler en estas tres ciudades”, señala Iglesias, quien destaca que “jamás hubo menos oferta de vivienda en alquiler, como jamás también en la serie histórica se han alcanzado precios más altos que los actuales”. ¿Las causas? En opinión del presidente de los empresarios inmobiliarios se resume en “desconfianza absoluta de los propietarios hacia una próxima ley estatal de vivienda que las deja en una situación de inseguridad jurídica; derivación de viviendas de alquiler tradicional hacia el alquiler de viviendas vacacionales, por rentabilidad y seguridad, y falta de incentivos y bonificaciones fiscales”.
Menos del dos por ciento de las miles de viviendas de Vigo están en el mercado
En Vigo hay a día de un total de 30.675 viviendas en régimen de alquiler, pero solo una pequeña parte se encuentra en el circuito de comercialización, cada vez menos, apenas 550 en la actualidad. En cambio, son ya más de un millar las que se han pasado a la vivienda de utilización turística y más de 2.000 en el total de la Ría de Vigo. Según los datos de Fegein, a día de hoy en Vigo el precio medio es de 9,6 euros metro cuadrado y con un incremento en la comparativa interanual de un 5 por ciento. El 24% de las viviendas en alquiler en el circuito de comercialización superan los 1.000 euros. Además, el 8% de las viviendas ofertadas en alquiler no están o en un estado óptimo o su mobiliario es deficiente. Los problemas de humedades o aislamientos térmicos y acústicos se dan en un 17%. Como comparación, en A Coruña el precio medio de 8,6 euros metro cuadrado con un incremento en la comparativa interanual de un 6%. El 24% de la vivienda en alquiler en el circuito de comercialización supera los 1.000. El 12% de las viviendas ofertadas en alquiler no están o en un estado óptimo o su mobiliario es deficiente. Los problemas de humedades o aislamientos térmicos y acústicos se dan en un 18%. En el resto, en Pontevedra el precio medio es de 7,2 euros el metro; en Ferrol a 5,2; en Lugo a 6,2; en Santiago, a ocho euros el metro cuadrado y en Ourense a 6,5. El 16,8% de las familias gallegas viven de alquiler, siendo las provincias de Pontevedra 16%, y A Coruña, 18,7% con el listón más elevado. “Por eso mismo es útil que sepamos cuántas son las unidades familiares con viviendas en arrendamiento en las siete grandes ciudades que son dónde se concentra la demanda”, señala Iglesias.
La mayoría de las viviendas para arrendar, en las ciudades
En la actualidad, tres de cada cuatro viviendas en alquiler habitadas en la comunidad gallega se encuentran emplazadas en alguna de las siete ciudades. Con lo cual queda claro que los grandes municipios y sus respectivas áreas metropolitanas siguen acaparando casi toda la movilidad laboral en detrimento de los demás ayuntamientos. Fegein observa que la tendencia resulta especialmente visible entre la Galicia costera en la comparativa con la totalidad de la provincia de Ourense y el sur de la provincia de Lugo, donde se agranda más este comportamiento demográfico y económico-social.