De la necesidad de conciliar nació la empresa de servicios de gestión de obras
Santiago Carballo y Juan Cayuela fundaron Consmaga en el 2008, y desde entonces han creado trece puestos de trabajos técnicos.
MARGA MOSTEIRO
La Voz de Santiago
Dar el paso de dejar el confort de un trabajo estable y sin más preocupación que cumplir con las obligaciones laborales no es fácil, pero en ocasiones la vida te obliga a cambiar a la fuerza. «Hasta entonces siempre fui asalariados», comenta Santiago Carballo, aparejador de profesión, pero «era indispensable el cambio». Antes de convertirse en empresario, ejerció como jefe de obra y de proyectos en empresas vinculadas al sector de la construcción, pero un revés en su vida familiar le obligó a buscar una salida laboral que le permitiera conciliar. En 2017 pasó a convertirse en autónomo, y en 2018 fundó Consmaga junto a su socio Juan Cayuela, también aparejador. Su empresa se enmarca dentro del sector de los servicios externos, y se centra en la gestión de grandes proyectos. «Las empresas externalizan todo el control del proyecto porque el coste de los técnicos en plantilla es muy elevado. Nosotros disponemos de un amplio equipo de técnicos que se encarga de todo el control, con total discreción porque estamos tratando datos sensibles y confidenciales». La empresa no dejó de creer desde su constitución, y actualmente tiene una plantilla de 13 personas más los dos socios. «Todo el personal es técnico. El 80 % de los recursos de la empresa son nóminas, pero las empresas para las que trabajamos no podrían disponer de estos expertos para controlar sus proyectos». En los tres primeros años de vida se han abierto paso en las provincias de A Coruña y Pontevedra, y «tuvimos algunas incursiones en el País Vasco y Andalucía, y en Madrid de forma puntual», explica Santiago. Aunque la empresa tiene su sede en el municipio de Rois, las oficinas están ubicadas en el vivero de la Cámara de Comercio, en el polígono de Costa Vella. «Al principio resultó fundamental para arrancar, porque nos ofrecen unos servicios que no sería fácil tenerlos sin estar allí. La red de contactos y de servicios a un coste accesible es una de las ayudas más importantes para poder crecer, que tenemos las personas que estamos aquí». En sus inicios aprovecharon el servicio de empresa virtual, pero en la actualidad «estamos en la oficina física. La ayuda prestada es básica para continuar en la línea de consolidar la empresa». Santiago y Juan dieron un paso difícil pero firme, y todo apunta a que en el futuro comprobarán que fue un paso acertado. Mucha suerte.