El derribo del asilo se inicia 17 años después de su cierre
La operación de demolición de edificios ya es visible en el ámbito de Barrio do Cura
JTA Vigo / Atlántico Diario
El antiguo asilo de Pi y Margall dejó de prestar dicha función hace casi 17 años cuando las religiosas que lo dirigían vendieron el edificio y la finca anexa a Valery Karpin, el exfutbolista del Celta metido entonces a promotor inmobiliario. El acuerdo permitió a las monjas trasladarse a una parcela mucho más amplia y en mejores condiciones en Alcabre, donde están ahora, mientras que el caserón quedaba a la expectativa para su demolición y la construcción en su lugar de un edificio de viviendas. Luego llegaría la compra del resto del ámbito, el Barrio do Cura, con la idea de hacer una reforma integral en un plazo corto de tiempo, que se estimaba en cuatro o cinco años…. Karpin dejó el negocio del “ladrillo”, volvió a Rusia y hace poco más de un año vendió Barrio do Cura a la promotora Gestilar, que ha conseguido iniciar el derribo de los edificios, incluido el asilo. Al que ha llegado su hora, tras la marcha de los últimos “inquilinos” que quedaban. Ayer comenzó la demolición de los primeros muros de la vieja residencia, operación que finalizará con el desmontaje de la fachada de la iglesia, de obligada conservación.
En teoría tendría que ser reconstruida en uno de los nuevos inmuebles del Barrio do Cura, pero en Vigo hay pocas certezas en esta materia (las piedras de la antigua estación continúan, cada vez menos, en Redondela). El proceso se alargará todavía varios meses hasta la desaparición de la mayor parte de los elementos conocidos en el ámbito con excepción de los señalados por Patrimonio Cultural de Galicia, como la propia fachada neogótica, un cruceiro y otros.
En paralelo, continuará la tramitación administrativa de las modificación puntual del Plan del Casco Vello para readaptarlo al proyecto de Alfonso Penela, que ha tenido ya que realizar varios ajustes.
Lo más llamativo, además de la construcción de viviendas y la ampliación del mirador del Paseo de Alfonso, será la finalización de Torrecedeira, un proyecto histórico que nunca llegó a ponerse en marcha y que dejó la calle cerrada por uno de sus extremos en Santa Marta. Una vez esté construido le nuevo Barrio do Cura, Torrecedeira desembocará en Pobladores y ésta a su vez en el Paseo de Alfonso y Elduayen, donde tendría que iniciarse el túnel que pasará bajo la Porta do Sol peatonalizada.