El sector de la construcción, al 75 por cien
La primera jornada tras las restricciones por el coronavirus conlleva baja actividad debido al tradicional carácter festivo del Lunes de Pascua
ANA LÓPEZ / Faro de Vigo
Jornada de primer contacto con la vuelta al tajo ayer en la construcción, un día todos los años de poca actividad al ser generalmente festivo de Semana Santa, salvo para aquellas empresas que solicitan con antelación poder trabajar. Son unos 25.000 trabajadores en la provincia de Pontevedra, más de 3.000 en su capital.
En esta última, el movimiento fue más bien poco. Los empresarios del sector creen que será hoy martes cuando realmente se visibilice este regreso tras las restricciones impuestas por el Gobierno central en el marco del estado de alarma del coronavirus. Solo los más rápidos pueden decir que ya han recuperado en buena parte el ritmo.
“Desde el pasado Jueves Santo, ya comenzamos a llamar a nuestra gente. De hecho, nuestras obras en Pontevedra, Vigo, Santiago, A Coruña y Ferrol se han desarrollado con normalidad ya hoy”, explica Arturo Ramírez, de Construcciones Ramírez y uno de los vicepresidentes de la Asociación de Constructores de Pontevedra, que, sin embargo, reconoce que se trata de una apreciación particular y que en general la jornada fue bastante más parada en el conjunto del sector.
El constructor celebra la vuelta a la actividad, aunque recalca que “hay que partir siempre de la premisa máxima de la seguridad”. Teniendo en cuenta ésta, cifra entre un 75 y un 80 por ciento el ritmo de trabajo que se podrá alcanzar durante las semanas en las que siga vigente la alerta sanitaria. “En todo caso, está muy bien, porque se habían paralizado los ingresos y se mantenían los gastos”, matiza. “Desde la dirección de obras hasta muchos de los propios trabajadores, todos queríamos trabajar”, añade.
“Desde la dirección de obras hasta los trabajadores, todos queríamos volver”
En este sentido, en su empresa se dio la opción a cualquiera de los empleados que tuviese algún tipo de obligación personal a no acudir a su puesto de trabajo para evitar riesgos de contagio en su entorno familiar.
Todavía es pronto para cifrar las consecuencias económicas que este parón de dos semanas ha provocado en el sector. Javier Carballeda, gerente de la Asociación de Constructores de Pontevedra, manifiesta que “hasta el mes que viene no se a poder tener una foto fiable” al respecto, aunque hace hincapié en que “en términos económicos ha sido muy negativo por los ingresos han sido cero y los gastos, prácticamente los mismos”.
Ahora la clave está en poder recuperar todas esas horas que se han quedado en un limbo. “Como el máximo de horas al año es de 1.736, algunas empresas se plantean añadir una hora más diaria durante cierto tiempo, mientras que otras incorporarán el viernes por la tarde, tradicionalmente no laborable en la construcción”, informa Carballeda, que subraya que “una vez más se demostrará que este es un sector muy comprometido”.
“Hemos hecho trajes a medida, para dar facilidades a todo el mundo, porque esta es una cadena de necesidades”
De hecho, tal y como confirma Arturo Ramírez, “hay empresas que nos han pedido completar los horarios y trabajar de 7 de la mañana a 3 de la tarde o de 8 a 4, ya que preferimos establecer una jornada única para evitar más de una entrada y salida a las obras por cuestión de seguridad con los equipos de protección individual, EPI”. “Hemos hecho trajes a medida, para dar facilidades a todo el mundo, porque esta es una cadena de necesidades”, afirma.
fmás pequeños, apunta Javier Carballeda, “que han tenido que cambiar su forma de trabajar porque la proximidad entre los obreros está reñida con las medidas de prevención y seguridad”. Por el contrario, el trabajo de oficina, que apenas se ha paralizado estos días por la posibilidad del teletrabajo, ha sido el menos perjudicado por el decreto del estado de alarma.
Poco a poco, la construcción se prepara para recuperar su ritmo habitual. “Intento ser optimismta, aunque hay que reconocer que la situación es complicada”, concluye el gerente de la Asociación de Constructores de Pontevedra.