La necesidad de aliviar los pagos dispara las peticiones para renegociar hipotecas
Julio Pérez
Vigo | Faro de Vigo
Entre diciembre y febrero, cuando se prorrogó la moratoria del Gobierno, se cambiaron las condiciones de casi 1.500 préstamos
En plena tercera ola del coronavirus, una de las más agresivas para la salud y la economía, el Gobierno aprobó una nueva moratoria de hipotecas y préstamos al consumo para evitar que el parón de la actividad y la falta de liquidez en los hogares y las empresas desemboque en una crisis de solvencia. El plazo de solicitudes estuvo abierto entre 4 de febrero y el 30 de marzo. ¿Quién podía pedir el aplazamiento? Los consumidores en situación de vulnerabilidad –a grandes rasgos, un trabajador en paro o los autónomos con una caída de más del 40% en el negocio, siempre que sus ingresos no superasen los 1.694,70 euros, tres veces el indicador público de renta de efectos múltiples (Iprem)– y las compañías de transporte y turismo en general. Las condiciones no variaron para los créditos ya en suspenso de la anterior moratoria. Entre una y otra pasaron cuatro meses y pico, demasiado para algunos deudores que optaron por negociar con las entidades financieras un cambio de condiciones de sus créditos. Solo en hipotecas, el número de novaciones en Galicia entre diciembre y febrero rozó las 1.500, el triple que en esos mismos meses antes del estallido de la pandemia.