La oferta de viviendas de alquiler en Vigo se redujo a la mitad en solo cuatro años
Encontrar un piso de alquiler en Vigo se ha convertido en un complicado ejercicio, cada vez más. Y con tendencia a la baja en la oferta, en parte por el auge de las viviendas de utilización turística, que suman un millar.
José Teo Andrés / Atlántico Diario
Es una de las ciudades de España donde más cayeron las posibilidades de arrendamiento entre 2019 y 2023. Se sitúa en las menores cifras históricas, con apenas 500 viviendas disponibles. El sector inmobiliario destaca el traslado al alquiler turístico y la inseguridad como dos factores claves. En Galicia bajó un 29 por ciento.
En 2019, al inicio de la actual legislatura (tanto la nacional como el mandato municipal), había en Vigo un total de 975 viviendas en alquiler inscritas en el circuito de comercialización. Cuatro años después tan solo son la mitad, apenas 500, la cifra más baja de la serie histórica y con escasas posibilidades de que la tendencia vaya a cambiar. Es el mayor descenso registrado en toda Galicia, cerca del doble que la media de la comunidad autónoma y en cabeza también entre las ciudades de España, a la altura de Barcelona o Madrid, y en porcentajes similares a Pontevedra.
Completa el cuadro que además, los precios han subido y mucho en Vigo durante este cuatrienio: una cuarta parte de los pisos superan los mil euros mensuales en tanto que por debajo de los 500 solo se encuentran opciones de 30 metros cuadrados de media. El promedio estaría ahora en la ciudad en unos 700 euros al mes, si bien el 55 por ciento incluyen garaje en el precio. A cambio, el 14 por ciento de las viviendas en el circuito de comercialización en arrendamiento no tienen ascensor y únicamente el 5 por ciento de las viviendas admiten mascotas.
Estos son los datos fríos de un problema real y creciente: jamás hubo menos oferta de vivienda en alquiler, como tampoco nunca antes en la serie histórica se han alcanzado precios más altos que los actuales. Entre las causas estarían el traslado de parte del parque de arrendamiento a la vivienda turística, que ya suman en Vigo más de un millar, por rentabilidad y seguridad.
Y según el sector inmobiliario, la desconfianza absoluta de los propietarios hacia una próxima ley estatal de vivienda que las deja en una situación de inseguridad jurídica, así como la falta de incentivos y bonificaciones fiscales a los propietarios. Resume desde Asemi, la asociación de empresarios inmobiliarios de Vigo, su presidente, Benito Iglesias, que también lo es de la federación gallega Fegein. “La inseguridad jurídica, la prohibición transitoria de repercusión del IPC en la renovación de contratos de alquiler, una ley de vivienda intervencionista, y el aviso de penalización a las viviendas vacías o la limitación de precios, perjudican al pequeño propietario que busca una alternativa distinta al alquiler tradicional de su vivienda”, asegura. Destaca que según las cifras que manejan, que coinciden con las estadísticas de los grandes portales, los precios de la vivienda en alquiler en los principales municipios de Galicia, “tal como veníamos diciendo”, siguen incrementándose y la oferta de viviendas en arrendamiento continúa reduciéndose. Todo ello con una demanda que sigue presionando sobre un stock de viviendas en alquiler menguante.
“Me preocupa, y mucho, que el porcentaje de unidades familiares con rentas bajas, o medias-bajas que necesitan una vivienda lo tengan cada vez más complicado y con un coste muchas veces difícilmente asumible”, asegura. Advierte Iglesias sobre que ya no se trata únicamente del alto porcentaje de jóvenes que no pueden emanciparse, sino de familias con hijos que no logran encontrar un piso cuyo coste en muchos casos supone un 60% de sus ingresos, “cuando lo recomendable es que no se supere el umbral de un 30 por ciento de los ingresos totales”. “Su única posibilidad es un minipiso de 32 metros cuadrados de media por 500 euros mensuales. Además, por financiación y tasa de ahorro, a la mayoría les resulta inasumible comprar una vivienda en propiedad”, zanja Benito Iglesias. En Vigo hay en la actualidad unas 6.000 personas anotadas en el registro de demandantes de vivienda de la Xunta.
En Galicia el descenso medio se sitúa en un 29 por ciento
La oferta de viviendas en alquiler cayó un 29% en Galicia en los últimos cuatro años, un punto porcentual más que la media nacional, según datos de un estudio publicado por el portal Idealista. El informe, que compara cifras del primer trimestre de 2019 con el mismo periodo de 2023, explica que la mayor reducción de stock de alquiler se ha dado en Madrid y Cataluña, con una caída del 41% en ambas. Les sigue Cantabria (-31%) y Galicia (-29%). Por provincias, en A Coruña la oferta bajó en los últimos cuatro años un 35%, mientras que en Ourense, un 28%. El descenso en Pontevedra fue del 24%. En Lugo el stock aumentó un 2%. La ciudad de A Coruña bajó un 25 por ciento. El Colegio de Administradores de Fincas de Galicia ha pedido incrementar el parque inmobiliario para reducir el precio de los alquileres y propuso crear un Registro de Morosos para dar confianza a los arrendadores. A su juicio, poner topes a los precios del alquiler “contraerá más el mercado, ahuyentando a los propietarios y provocando un trasvase al alquiler vacacional”.
Vigo, al nivel de Barcelona, Valencia y Madrid
En España la oferta de viviendas en alquiler se ha reducido un 28% en los últimos cuatro años, comparando los datos de stock del primer trimestre de 2019 con los del mismo periodo de 2023, según un estudio publicado por idealista, el marketplace inmobiliario del sur de Europa. Cuenca es la capital en la que más se ha reducido la oferta durante estos cuatro años, al caer un 59%. Le sigue la ciudad de Barcelona, donde también se ha reducido más de la mitad durante esta legislatura (-51%). A continuación, se sitúan las reducciones de stock de la ciudad de Pontevedra (-48%, como Vigo), Valencia (-45%), Madrid (-44%), Ceuta (-41%), Ciudad Real y Guadalajara (-39% en ambos casos).
Entre los mercados más demandados se sitúa la reducción de oferta de San Sebastián (-35%), seguida por Alicante (-33%) Málaga (-33%), Sevilla (-28%), Bilbao (-24%). Por el contrario, Castellón se quedó como estaba hace 4 años, y en 10 capitales más la oferta creció. La mayor subida, Huesca (122%) y Córdoba (101%). Les siguen Palencia (83%), Jaén (56%), Teruel (34%), Valladolid (21%), Salamanca (8%), Pamplona (6%) y Lugo (2%).