La parcela más codiciada de Vigo, después de 40 años en venta, recibe ofertas

7 septiembre 2022


La parcela ocupa un lugar central, en la plaza de España, entre las calles Puerto Rico y Pizarro. Las vallas llevan 40 años tapando los terrenos.


José Teo Andrés / Atlántico Diario


La parcela más codiciada de Vigo, y también la más complicada de gestionar, lleva 40 años vacía en la plaza de España a la espera de su desarrollo, que se ha frustrado en varias ocasiones. La última, con la caída del PGOM de 2008 y la quiebra de la compañía Bruesa, que hace diez años anunció la puesta en marcha de un proyecto espectacular y fallido. Los terrenos se encuentran entre las calles Puerto Rico y Pizarro, y su venta se anuncia ahora por la potente empresa inmobiliaria Aliseda, que se ha hecho con los activos de la Sareb, el banco malo, que a su vez los adquirió de los fondos inmobiliarios tóxicos de las cajas que entraron en barrena en la última crisis.

Fuentes de Aliseda confirmaron que la propiedad está en sus manos -incluso colocaron un cartel anunciador- y también que ya hay una reserva hecha para su adquisición, cuyo precio no se comunica. El terreno tiene unos 8.000 metros cuadrados y es urbanizable de forma directa una vez se apruebe el nuevo Plan General, lo que debería ocurrir dentro de menos de un año. Fuentes del sector inmobiliario indicaron que un desarrollo de esa importancia exige una promotora con un fondo empresarial detrás potente, como en el caso de Barrio do Cura y en otras actuaciones de ese tamaño.

Con todo, el nuevo Plan General -aprobado inicialmente hace un año- ha puesto las cosas más fáciles al anular la urbanización Plaza de España, que contemplaba túneles y torres de cerca de 20 plantas así como la peatonalización de todo el espacio central, aunque a cambio permitía amplios márgenes. Bruesa se mostró interesada en poner en marcha dicha previsión, pero la inmobiliaria acabó en proceso concursal. El nuevo PGOM propone un modelo nada espectacular y muy simplificado, y a primera vista, también más viable para acabar de ordenar la entrada a la ciudad, una asignatura pendiente de aprobar desde al menos 1980. Como ya explicó este diario, el Plan divide el ámbito en tres polígonos para su ejecución simultánea o por partes, rebaja la edificabilidad general con bloques de siete pisos como máximo y sitúa el porcentaje de vivienda de protección oficial en un asequible 30 por ciento que haría más sencilla la operación inmobiliaria. Pero el pastel es que la parcela más famosa de Vigo por los años que lleva, pr

Los dos polígonos previstos están definidos. Plaza de España I se corresponde con las parcelas situadas entre Gran Vía y avenida de Madrid y Emilia Pardo Bazán, con una superficie bruta de 6.555 metros cuadrados, con un 80 por ciento residencial y el resto terciario (comercial). El número de plantas será siete. La idea es integrar dicho espacio en la plaza. Plaza de España II se corresponde con la parcela entre avenida de Madrid y Puerto Rico, de 3.682 metros, y un 25% de espacios públicos. Se permiten 7 plantas.

El nuevo Plan General de Ordenación, pendiente de aprobación provisional.
El nuevo Plan General de Ordenación Municipal superó hace ahora un año -en agosto de 2021- el primer paso con la aprobación provisional del documento en el pleno (con el voto del PSOE, el “no” del PP y la abstención de BNG y Marea) y la apertura de la información pública. Se prestaron unas 5.000 alegaciones, muchas de ellas repetidas, que los técnicos tendrán que aceptar e incluir en el Plan o rechazar. Entre ellas, muchas entre Bembrive y Beade por un vial que contempla el gobierno local que ha sido rechazado de plano por vecinos del entorno.

Además, los responsables de Urbanismo tienen que hacer caso de los informes presentados por la Xunta y el Estado y realizar las modificaciones que exigen las dos administraciones. El Gobierno gallego, por ejemplo, rechazó a través de Medio Ambiente la planificación para desarrollar urbanizaciones con miles de viviendas en el entorno de Samil. El Concello tiene de plazo hasta febrero para llevar a pleno la segunda aprobación, ya con los cambios introducidos, y la remisión a continuación a la Xunta para el visto bueno final. Si el Gobierno gallego no pone objeciones, quedaría aprobado definitivamente. Si, en cambio, pide algunas precisiones o cambios de calado, tendrían que devolverse el documento para incluir dichas modificaciones.

En todo caso, sería en 2023 cuando Vigo tendrá un nuevo Plan que sustituya al actual, de 1993. Por el medio estuvo el de 2008, que apenas pasó un año en vigor al ser tumbado por el Supremo al faltar una evaluación ambiental. El PGOM propone inversiones durante 30 años por casi 900 millones. Los promotores privados pondrían el 34%; el Concello, otro 34; la Xunta, el 20 por ciento; el Gobierno el 9 y la Diputación el 3%. Plantea que se puedan construir 50.000 viviendas.

Categoría: Noticias Aproin

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