La Xunta logra bajar del millón de metros cuadrados de suelo industrial en stock
En siete años la sociedad Xestur dio salida a 2,3 millones de m2. Este ejercicio suma casi 250.000. Ingresa casi 33 millones de euros por la venta de parcelas tras el COVID
Paula Pérez / Daniel Domínguez
Santiago / Faro de Vigo
La inflación desbocada, con materiales experimentando encarecimientos del 70%, la guerra de Ucrania y los problemas con la energía, aumento del precio de las hipotecas… Este 2022 está amenazando la recuperación tras la crisis causada por la pandemia de COVID-19 hace dos años, pero no ha frenado la venta o alquiler de suelo industrial de la Xunta, que por primera vez desde la anterior crisis financiera dispone de menos de un millón de metros cuadrados disponibles.
En la actualidad, la sociedad autonómica encargada de promocionar polígonos para la instalación de empresas (Xestur) cuenta con 950.990 metros cuadrados disponibles, tras vender entre 2021 y los ocho primeros meses de este año casi 550.000. El año pasado, dio salida (mediante venta o alquiler) a 301.958 m2 y este ejercicio suma ya 248.675, según las cifras de la Consellería de Medio Ambiente, de la que depende el citado organismo.
Estos datos resultan de gran importancia para el balance económico de la administración autonómica. Cuando el PP de Alberto Núñez Feijóo llegó a la Presidencia de la Xunta en 2009, no solo se topó con la crisis financiera mundial, sino con planes del bipartito realizados para una coyuntura que la caída del banco de inversión estadounidense Lehman Brothers hizo añicos.
El bipartito había previsto impulsar varios millones de metros cuadrados de suelo industrial, creando polígonos en ayuntamientos medianos y no solo alrededor de los grandes polos económicos. El crack económico dejó un agujero de alrededor de 200 millones de euros en las entonces cuatro sociedades públicas de suelo industrial (xestures), que luego la Xunta fundió en una única entidad.
Para cubrir los números rojos, las arcas centrales de la Xunta fueron inyectando fondos anualmente, ampliando capital para evitar la quiebra de una Xestur que tenía planes de inversión sin clientes. Esas deudas están amortizadas ya a costa de esas aportaciones de dinero extra.
En ese contexto, lanzó una batería de descuentos para dar salida a sus parcelas industriales incluso por debajo del precio de mercado. De hecho, Xestur cuenta con 53,1 millones en deudas “de dudoso cobro”, según la última Conta Xeral de la administración.
Aun así, en los últimos siete años, Xestur ha dado salida a 2.290.680 metros cuadrados y roza los 47 millones en funcionamiento. Estas adjudicaciones “contribuyen en gran medida a la reactivación de la economía de Galicia, a la generación de empleo y a la generación de ingresos públicos de todas las administraciones”, establece la auditoría sobre la actividad de Xestur el año pasado.
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