Los dos pasos que tienes que dar para ahorrar en tu factura de la luz

6 febrero 2017

Autor: @davidmarrero  / Idealista

Tras pasar una de las peores olas de frío de los últimos años, muchos usuarios temen, o ya han sufrido, la próxima factura de la luz y gas. Los precios de la energía alcanzaron máximos históricos durante los días más duros del temporal con lo que el coste del recibo, sobre todo para los clientes de la tarifa regulada PVPC, será o ha sido ya un auténtico varapalo. La CNMC aconseja revisar la potencia contratada y la tarifa aplicada.

La factura eléctrica es un gasto fijo de los hogares, como el pago de la hipoteca o el alquiler, y cada mes o cada dos meses no falla en los recibos cobrados en cuesta bancaria, incluso cuando no hemos estado en casa.

De hecho, la mayor parte del coste de nuestra factura de la luz corresponde a gastos fijos, es decir, los pagamos se encienda o no el televisor, se use o no la lavadora o incluso si te decides a vivir con velas en vez de darle al interruptor.

Estos gastos fijos son los llamados peajes, que los establece el Gobierno y que sirven para pagar los costes del sistema eléctrico, y supone un 40% del recibo.

Por otro lado, están los impuestos: el IVA (IGIC en Canarias o el IPSI en Ceuta y Melilla) y un impuesto especial de la electricidad que ronda el 5%. Los impuestos también superan el 20% de la factura.

La tercera pata de la factura es la parte variable de tu factura, los llamados costes de la energía, es decir, la energía que sí consumimos, y que varía en función de su conectamos más el aire acondicionado o la bomba de calor, si ponemos más o menos lavadoras o si tenemos la luz de las habitaciones siempre encendidas. Esta parte acapara el 37% del valor de la factura.

Consejos para rebajar tu recibo de la luz

Ahora bien, ¿qué podemos hacer para bajar el recibo de luz y? La Comisión Nacional de los Merados y la Competencia (CNMC) ofrece unos consejos para conseguir poder ahorrar en la factura.

Hay dos cosas que de primeras puedes hacer: saber cuánto consumes habitualmente y conocer tus rutinas de uso de la energía. Vamos por partes.

¿Sabes cuánto consumes habitualmente? Para conocer el dato tienes que sumar las potencias de todos los electrodomésticos que normalmente utilizas a la vez (como la televisión, la nevera, el portátil, la vitro, …) ¿Cómo saber la potencia máxima que necesitan? Todos tienen una placa que indica cuál es la potencia máxima que necesitan.

Tras esta suma, obtendrás una cifra aproximada de la potencia óptima para que tu hogar funcione correctamente. A continuación, tienes que compararla con la potencia contratada que tienes contratada en casa (una de las partes fijas de tu factura). Para entenderlo fácilmente “la potencia contratada es la capacidad que tenemos de conectar a la vez varios aparatos sin que salten los plomos”, concreta la CNMC.

Si después de comparar ambas cifras, llegas a la conclusión de que no necesitas tanta potencia contratada puedes solicitar a tu compañía eléctrica una bajada de los kw contratados. Conseguirás un buen ahorro, ya que cada kw de potencia contratada tiene un coste que se va incrementando.

¿Cómo bajar tu potencia contratada? Tienes que solicitarlo a la empresa eléctrica que te factura. Es importante comprobar que la instalación eléctrica es correcta y está vigente. Esta tiene 5 días (desde que lo solicitas) para que entre en vigor la nueva potencia contratada. Si en esos 5 días no se ha tramitado la solicitud, la compañía deberá compensarte con 30 euros.

Al bajar la potencia, el distribuidor le cambiará el ICP (Interruptor de Control de Potencia) para adecuarlo a la nueva potencia. Esta gestión tiene coste por debajo de los 10 euros.

Pero OJO, no es recomendable bajar la potencia contratada para ahorrar y que te salten los plomos en todo momento. Ten cabeza y usa sus electrodomésticos con criterio.

Otra forma de lograr ahorrar en la factura es estudiar tus horarios de consumo, saber cuándo usas más la luz, de día o de noche. Ahí puedes elegir entre una tarifa de consumo normal o una de discriminación horaria (la llamada tarifa de eficiencia en dos periodos).

Si durante el día estás fuera de casa trabajando e incluso puedes programas algunos electrodomésticos puedes pensar seriamente en contratar la tarifa de discriminación horaria (2.0 DHA en tu factura).

Esta tarifa aplica un precio de la luz más elevado durante el día (10 horas) y otro precio más barato durante la noche (14 horas), el llamado periodo valle.

“Aunque paguemos mucho durante las diez horas del periodo punta pagaremos muy poco durante las otras catorce horas. Esto puede suponer un ahorro a lo largo del año en el entorno de unos 60 euros”, concretan desde la CNMC.

Categoría: Noticias Prensa

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