“Para pagar tanto, mejor una hipoteca que un alquiler”
El alto precio de los alquileres anima la compra de vivienda
BORJA MELCHOR/ Faro de Vigo
El mercado de compraventa de viviendas en Vigo vive un buen momento en plena pandemia del Covid-19. Lo confirman las agencias inmobiliarias de Vigo y las entidades financieras, encargadas de formalizar las hipotecas. También las notarías, que ya perciben que la actividad en el sector se parece cada vez más a la de la era precoronavirus. Entre las razones, destaca el elevado precio del alquiler –la olívica es la urbe gallega más cara para arrendar: 8,2 euros el metro cuadrado– y la escasa oferta –550 viviendas, algo más de la mitad que en A Coruña, con 50.000 habitantes menos–.
4.200 VIVIENDAS EN GALICIA
6,8€ m2 EN GALICIA
Con este panorama, vigueses y foráneos optan ahora por cambiar de plan y lanzarse a la adquisición de inmuebles para dejar de lado el alquiler, que todavía sigue capitaneando las operaciones. Y es que, a la hora de pagar una cantidad considerable cada mes, hay quien prefiere pensar en el largo plazo y dedicar ese dinero a la compra de un piso o una casa y no a vivir en una residencia prestada. Por si este motivo fuese insuficiente, las hipotecas comenzaron septiembre con una sonrisa de oreja a oreja tras la bajada del euríbor en relación con el mismo mes del año pasado: una noticia positiva para los créditos.
“El mercado se ha activado bastante. Después de las semanas más duras de la pandemia, estábamos con miedo; ahora, somos optimistas, aunque dependerá de los productos que tengamos y del momento. Creíamos que iban a ser mucho peores estos meses. Es cierto que los precios se están ajustando bastante y escasea muchísimo el alquiler, hay una auténtica burbuja por la subida de precios”, destaca Miguel Rodríguez, gerente de la agencia de la propiedad inmobiliaria Posada –ubicada en la calle Urzáiz–, antes de poner en valor la “gran rentabilidad” que ofrece apostar por la adquisición de viviendas.
José Luis Amigo
INMOBILIARA AMIGO, EN ALFONSO XIII
Una radiografía similar muestra José Luis Amigo, de Inmobiliara Amigo, en Alfonso XIII. “Ya notamos bastante actividad, muy similar a la que teníamos antes de que llegase el estado de alarma. En los últimos días, hemos completado varias operaciones tanto de pisos como de terrenos. El alquiler es caro y hay poco, ese es uno de los motivos. Y los tipos de interés están bajos, eso también ayuda”, explica. A raíz de la experiencia vivida durante el confinamiento a causa del Covid-19, sus clientes buscan, sobre todo, “casas y espacios amplios con bastante luz y claridad, de dos y tres dormitorios”. Esta buena tónica que registra el sector cree que se mantendrá, al menos, “a medio plazo”.
Desde la Inmobiliaria Rosalía Castro, trazan un dibujo similar que sus compañeros de gremio. Su gerente, César Abrain, con más de 25 años de experiencia en el sector, anota que existe “mucha actividad de compra tanto en pisos nuevos, que hay pocos, como de segunda mano”, en los que “se negocia mucho más el precio”.
Vigo es la ciudad gallega con el m2 de arrendamiento más caro: 8,2 euros
“Lo nuevo, bueno y céntrico se mantiene porque hay poco, de hecho, el porcentaje de ventas de los que llevan ya un tiempo en construcción es muy alto. Somos uno de los sectores en los que ya hay bastante movimiento. No me puedo quejar. Se ha reactivado la demanda de pisos con terraza en la ciudad y chalés adosados en la zona del Val Miñor: la gente que se lo había pensado durante la cuarentena y que había dejado de lado la idea con la llegada del verano se decide ya por miedo a un segundo confinamiento”, declara.
El perfil de sus clientes es gente de nivel “medio o alto” que busca viviendas grandes, de más de 200 metros cuadrados. “Si quieren alquilar un piso de esas características, les sale a más de 1.000 euros en puntos como Praza de Compostela, por lo que se animan a comprar. Normalmente, son personas que no tienen problemas para que les concedan hipotecas: son cualificadas y tienen una gran estabilidad laboral, con sueldos elevados y solvencia económica”, añade antes de destacar que una de las promociones que ejemplifican el buen momento del sector es la zona residencial Las Salinas, en el número 71 de Rosalía de Castro y 6 de Miragaia. “Son 73 viviendas, de las cuales están vendidas 66, nos quedan solo seis dúplex y una vivienda de tres dormitorios. Hemos empezado a entregarlas hace 2 semanas y las primeras ocupaciones se producirán este mes. Además, tengo dos operaciones de segunda mano en marcha”, puntualiza. Preguntado sobre el futuro del gremio, alude a la evolución de la pandemia. “Todo dependerá del coronavirus. Si no tenemos que volver a parar, seguiremos cogiendo ritmo e irá bien”, afirma.
Replanteamiento de vida
La semana pasada fue una locura: completamos unas 10 o 12 operaciones. Estamos vendiendo mucho tanto en el centro como en otras zonas de la ciudad
Desde Engel & Völkers, con sede en Velázquez Moreno, atribuyen el bum de la compraventa de viviendas no solo al alquiler, también a otros factores. “La semana pasada fue una locura: completamos unas 10 o 12 operaciones. Estamos vendiendo mucho tanto en el centro como en otras zonas de la ciudad. Es cierto que el alquiler en Vigo está por las nubes, pero hay más razones. Creemos que la gente ha cambiado su forma de pensar, se ha replanteado su vida por el coronavirus. Es decir, las decisiones las determinan el ansia de vivir el momento y de hacer lo que siempre se ha tenido en mente. De la misma manera, vemos que está bajando la demanda de obra nueva: los clientes quieren entrar a las viviendas al momento, no quieren esperar”, dicen.
La plantilla de Engel & Völkers, al igual que otras agencias inmobiliarias, notan un aumento de interés por casas en la zona del Val Miñor. “Hay un montón de movimiento. Se puede deber a la escasa oferta de viviendas unifamiliares en Vigo y a los precios: son más económicas que en la ciudad”, justifican.
La situación tras la frontera
Un estudio elaborado por la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) señala que la situación del alquiler en Oporto, a escasos 150 kilómetros de Vigo, es diferente a la de la urbe olívica. En el territorio luso, donde residen unas 250.000 personas, el precio medio del metro cuadrado está en 12 euros –8,2 euros en Vigo– y hay 2.000 viviendas en arrendamiento –3,5 veces más que en la olívica–.
Comparativa norte de Portugal
Total viviendas en arrendamiento en el área de Oporto. 2.800 viviendas en el circuito de comercialización de alquiler.
Oporto ciudad 2.000 viviendas en arrendamiento.
Precio medio en área metropolitana de Oporto.- 9,50€ m2.
Precio medio en Oporto ciudad.- 12€ m2.
El elevado precio del alquiler en la ciudad
Vigo es la urbe gallega con el precio medio del alquiler más alto: actualmente, se pagan 8,2 euros por cada metro cuadrado de vivienda.
Una búsqueda marcada por el confinamiento
Pisos amplios y con luz. La demanda está determinada por la experiencia vivida durante el encierro y refleja un cierto miedo a repetirlo.
Triunfan las casas en la zona del Val Miñor
El temor a un segundo confinamiento
Presidente de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), Benito Iglesias
“Hay expectativas de mejoría en pisos amplios y residencias unifamiliares”
El presidente de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), Benito Iglesias, asegura que “hay expectativas de mejoría en el mercado de compraventa de viviendas unifamiliares y de pisos amplios”, pero recalca que “hay que ser muy prudentes y esperar” los datos oficiales. Y es que la realidad, como recuerda, es que, según la información proporcionada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la venta de viviendas se redujo un 26% en julio de este año en comparación con el mismo mes del año pasado: 383 frente a 519. “Vemos la botella por la mitad, ni medio llena ni medio vacía. Seremos fieles a los datos, ojalá las sensaciones se puedan confirmar”, manifiesta.
Lo cierto es que, a pesar de que las inmobiliarias registran un repunte de la compraventa, el alquiler de viviendas todavía marca el mercado. Iglesias señala que “tres de cada contratos” que se rubrican en el sector son de arrendamiento. ¿Las razones? La actual situación económica: “Las personas que no pueden acceder a una vivienda en propiedad por falta de financiación, tasa de ahorro y coyuntura inestable laboral se dirigen hacia un ya atomizado mercado de alquiler, principalmente, en las grandes ciudades gallegas y su área de influencia, es decir, municipios limítrofes”.
Benito Iglesias concreta que la colaboración público-privada para levantar viviendas de protección oficial tanto en alquiler como en propiedad a precios asequibles “tiene que ser el eje principal de la política de vivienda autonómica, seguido del de la rehabilitación”. “Con esta fórmula, quitaremos carga de trabajo para las empresas y será una fuente de creación de empleo. A la vez, pondremos en el mercado vivienda acorde a los ingresos reales de las familias gallegas”, cita.