El Concello iniciará la reforma de Porta do Sol en abril tras recibir el aprobado de Patrimonio
Prevé dar luz verde al proyecto a finales de mes para licitar la obra antes de diciembre. La Xunta autoriza la humanización, pero exige pequeños cambios en la escalera mecánica de la calle Carral y que se realicen sondeos y un control arqueológico.
Carlos Prego / Faro de Vigo
En alrededor de medio año el Concello podría arrancar uno de los proyectos urbanísticos más ambiciosos que tiene sobre la mesa: la peatonalización de Porta do Sol. Tras meses de trámites, la Xunta acaba de dar su visto bueno a la humanización del “kilómetro cero” de la ciudad. La Dirección Xeral de Patrimonio Cultural ha enviado a Praza do Rei la resolución en la que autoriza las obras para soterrar el tráfico rodado y peatonalizar la zona. En el informe enumera, eso sí, algunas “condiciones” que deberá cumplir el Consistorio para seguir adelante con el proyecto.
Para salvaguardar los posibles vestigios que descansen bajo la plaza, Patrimonio exige al Gobierno local que realice controles arqueológicos. En su escrito, precisa que el Concello deberá excavar en el ámbito de la antigua muralla del siglo XVII con el objetivo de “registrar la traza y características de los escasos restos que puedan quedar”. En el caso de que fuera necesario preservar restos de la fortificación, la Xunta ya avanza que los trabajos podrían ser “condicionados o modificados”.
El departamento dependiente de la Xunta incide también en la necesidad de que -antes del inicio de las obras- se presente un “proyecto de intervención arqueológica”. Una vez las palas empiecen a trabajar habrá que realizar controles que documenten los posibles hallazgos. La riqueza patrimonial que se oculta bajo la plaza quedó demostrada con las obras para instalar los dos tramos de escalera mecánica de la calle Segunda República, que comunica Porta do Sol con Cruz Verde. Durante las catas los expertos localizaron restos de la muralla que protegió Vigo entre los siglos XVII y XIX.
Otro de los requisitos puestos por la Xunta está relacionado con la escalera mecánica cubierta que el Concello quiere colocar en la calle Carral. Tras estudiar la propuesta, Patrimonio concluye que podrá instalarse “si se cumplen dos condiciones”: para evitar que desentone con el entorno, los técnicos autonómicos exigen que su estructura metálica resalte lo menos posible y que -en vez del rojo planteado por el Gobierno municipal- se pinte con un “gris mate”.
Con el visto bueno de la Dirección Xeral de Patrimonio, el Concello ha elaborado ya un calendario para tramitar y ejecutar una obra llamada a transformar el urbanismo del centro de la ciudad. El cronograma diseñado por el departamento de Urbanismo contempla que a finales de este mismo mes se apruebe en la Junta de Gobierno local el proyecto. Semanas después -antes de diciembre- se prevé autorizar también el expediente de contratación y licitar la obra. El contrato para acometer las reformas podría adjudicarse así en marzo del año que viene. En abril se espera arrancar las obras.
El visto bueno de Patrimonio llega después de que -en junio- el Concello le enviase información adicional sobre el proyecto. El departamento autonómico le había reclamado que justificara la ubicación de la chimenea para la salida de humos del aparcamiento por su proximidad al edificio El Moderno, un inmueble protegido del arquitecto Michel Pacewicz.
La humanización de Porta do Sol es -junto con la reforma de Gran Vía entre Praza de España y Urzáiz- uno de los proyectos urbanísticos más ambiciosos del Concello. Para llevarla a cabo los técnicos municipales plantean soterrar el tráfico entre las calles Elduayen y Policarpo Sanz a través de un túnel de doble sentido. Para su construcción se aprovecharía parte del parking de Porta do Sol, que cerró sus puertas hace tres años -en octubre de 2015- tras expirar su concesión municipal. Al aprovechar parte de su estructura -la primera planta y parte de la segunda, de las tres que tiene-, el Concello reduciría costes y el impacto de los trabajos.
El plazo de ejecución que maneja Praza do Rei oscila entre los 18 y 24 meses y el presupuesto total del proyecto, entre las obras que se realizarían en la plaza, la prolongación del túnel y la escalera mecánica de Carral, rondaría los 10 millones de euros. Si las obras empezasen en abril de 2019 -como se recoge en el calendario que maneja a día de hoy el Concello de Vigo- la humanización podría estar lista dentro de dos años, en octubre de 2020.
La peatonalización permitirá al urbanismo vigués sumar una pieza clave, presente en grandes ciudades, como Madrid, Barcelona o París, y de la que ahora carece: una amplia plaza peatonal en el corazón de su casco urbano. El objetivo del Concello pasa por reservar la superficie para el disfrute de los vecinos y actividades al aire libre. En los presupuestos de este año se reservaban cinco millones para la actuación. “Será una gran plaza pública para disfrute de todos los ciudadanos”, apuntaba hace semanas el alcalde, Abel Caballero.
Reforma de Gran Vía
Junto a la peatonalización de Porta do Sol, el otro gran proyecto urbanístico del Concello es la reforma de Gran Vía entre Praza de España y Urzáiz. Una ambiciosa actuación que logró respaldo de los fondos europeos EDUSI y que contempla la instalación de cintas automáticas para aprovechar el bulevar central y facilitar la movilidad sostenible en la ciudad. Dada su cercanía inmuebles incluidos en el Catálogo del Plan Especial de Edificios a Conservar (PEEC), la Xunta considera sin embargo que el proyecto original presentado por el Ayuntamiento es inviable.
Para evitar que la reforma quedase bloqueada durante años, el Gobierno local optó por dividir la actuación en dos fases. A principios de septiembre se licitó el contrato para reformar el tramo central, comprendido entre las calles María Berdiales y Venezuela por 5,2 millones de euros. El objetivo del Consistorio es inaugurar el trecho en septiembre de 2019.