La construcción retoma cifras de empleo de hace 13 años por obras nuevas y reformas
El sector acaricia ya las 9.500 afiliaciones en el área, aunque solo ha recuperado cuatro de cada diez puestos eliminados con el crac de la burbuja
La falta de personal, clave
Lara Graña / Faro de Vigo
El laboral no es un mercado estático. Más allá de su condición clícica por la propia evolución de la economía, es maleable por múltiples flancos: se adapta a los cambios sociológicos, tecnológicos, demográficos o se transforma por crisis y pandemias globales. Así que no hay equivalencias absolutas y la estructura del empleo no va a volver a ser nunca como antes del COVID o del estallido de la burbuja inmobiliaria. Tampoco en el área de Vigo. Aunque es cierto que la construcción, largamente denostada por los estragos posteriores a 2008, está tomando un impulso notable. De acuerdo a los datos de afiliación desglosados por el Instituto Galego de Estatística (IGE) y correspondientes al mes de junio, el sector acaricia ya los 9.500 afiliados en alta laboral, un volumen que no exhibía desde mediados del año 2011. Las nuevas promociones y los proyectos de reforma están detrás de esta recuperación, pese al reciente encarecimiento del acceso a la financiación o, en el caso singular de la ciudad olívica, del atasco con el plan general de ordenación urbanística.
En todo caso, los niveles actuales de empleo están muy lejos de los registrados en 2008, antes de que el colapso de Lehman Brothers o el cataclismo de la banca española fuesen siquiera un espejismo. Entre aquel 2008 y 2012, cuando la construcción se anotó las cifras más bajas de ocupación laboral y con España tratando de sacudirse de la doble recesión, la comarca viguesa eliminó 5.567 puestos de trabajo en este segmento; ha recuperado cuatro de cada diez empleos perdidos. Las empresas afrontan ahora un escenario bien distinto, con demanda de personal cualificado de todo tipo para las obras –albañiles, peones, carpinteros, electricistas o fontaneros–, el futuro crecimiento dependerá de la importación de mano de obra o de la compleja incorporación de gente joven. Con vistas a la activación del nuevo PXOM, y ya con dificultades para asumir nuevos proyectos, el futuro presenta duros retos.
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