El Casco Vello ganó población y ruido con su reforma integral

4 marzo 2016

Los vecinos reclaman que continúe la rehabilitación, urgente en O Berbés y Barrio do Cura

jta. vigo jtandres@atlantico.net (Atlántico Diario)

Vecinos se mostraron “muy de acuerdo” con el trabajo de rehabilitación del barrio histórico durante los diez últimos años -el trabajo del Consorcio Casco Vello, con 30 millones invertidos- aunque  como explicó el presidente de la asociación, José Manuel Veiga, “hay que seguir”. “Lo más urgente es la plaza del Berbés, donde paran todas las excursiones y es una imagen deplorable para Vigo. Muchas calles necesitan arreglos, pero la situación del Berbés es terrible”, indicó. Hay un acuerdo por el que la Universidad se encargará de reformar dos edificios que conoce la asociación de vecinos pero del que desconfían. “Llevamos años con ese compromiso y las obras no empiezan, como pasa en el Barrio do Cura que es otra tragedia, cuando veamos el comienzo lo creeremos”, explicó.
Fruto de la rehabilitación ha sido el incremento de la población. En 2009 había censadas 4.200 personas, cifra que fue reduciéndose en los siguientes años, cuando todavía no se notaba la acción del consorcio. Ahora en cambio crece gracias a las 70 nuevas viviendas ocupadas estimándose en 2015 en 3.820 el número de residentes, un 5 por ciento más que en 2014. La mayor subida se ha anotado en la zona alta.
También  volvieron a incrementarse el número de bares y terrazas y con ello el ruido. “Sigue habiendo, es un problema, aunque no va a más y en unos días tendremos otra reunión”, señala el presidente de la asociación vecinal del Casco Vello. “Cumplir la normativa de terrazas y los horarios obligaría a ir con la Policía a desalojarlas, y no es eso, es una cuestión de civismo, como el botellón, que habría que eliminar, aunque  no somos quienes para dar soluciones”.
En todo caso, incidió en que la recuperación de población está todavía por equilibrarse, ya que “hay gente que viene pero también que se va”. “Hay dificultades, por ejemplo no hay donde aparcar y eso afecta mucho. La gente mayor se fue por el ruido pero empezar una vida en el Casco Vello tiene sus dificultades, porque con el cierre del parking de Porta do Sol se ha complicado más donde dejar el coche. Tampoco  hay supermercados, creemos hay otro tipo de establecimientos que se podrían montar en el barrio más allá de bares y taperías”. “Para recuperar población, hace falta que haya algo que te llame”señala Veiga.

Categoría: Noticias Prensa

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