Las cifras parecen revelar que el mercado inmobiliario empieza a asomarse a una nueva fase de estabilización

S. C. REDACCIÓN / LA VOZ

El mercado inmobiliario empieza a mostrar algunos síntomas de agotamiento. Al menos eso es lo que reflejan los datos publicados ayer en la estadística que elabora mensualmente la tasadora Tinsa. Las escalada de precios de la vivienda empieza a soltar el acelerador al marcar en el mes de agosto un incremento del 2,8 % interanual, frente al 4,5 % que alcanzó en julio. El índice, que mide la evolución del valor de la vivienda nueva y usada, muestra que en el octavo mes del año los precios cayeron un 0,8 % en comparación con el mes julio de este año. Y esta moderación en los costes se hizo mucho más patente en capitales y grandes ciudades.
Según explica Tinsa, el parón experimentado en agosto fue especialmente notorio en este tipo de urbes, donde el encarecimiento medio ha pasado del 5,1 al 3,1 %.«Los precios vuelven a niveles similares a los de principio de año o, incluso, inferiores», aseguró el director del servicio de estudios de Tinsa, Rafael Gil. Los porcentajes parecen revelar una realidad que muchos expertos llevan meses anunciando: el mercado inmobiliario empieza a asomarse a una nueva fase de estabilización. Desde los mínimos de febrero del 2015, el precio de la vivienda en España se ha incrementado un 14,7 % y mantiene una caída acumulada del 34,2 % respecto a los máximos del 2007.