Las instalaciones industriales catalogadas crecen casi el doble en el nuevo Plan Xeral de Vigo
El planeamiento urbanístico ya en vigor busca recuperar 28 construcciones históricas en desuso para convertirlas en espacios ciudadanos
Incluye Albo, el secadero de bacalao de Jacinto Benavente o las naves de Santa Clara
Carlos Ponce / Faro de Vigo
Uno de los objetivos del Concello de Vigo con el nuevo Plan Xeral de Ordenación Urbanística (PXOM) que ya está en vigor era la catalogación de los elementos singulares clave del pasado industrial de la ciudad para convertirlos en espacios de encuentro, dinamismo y centros de la actividad económica y social.
Este compromiso se refleja en el hecho de que se pasa de 16 instalaciones industriales catalogadas del PXOM anulado del 2008 a 28 con el actual. Entre este patrimonio industrial que se protege en el nuevo planeamiento urbanístico de Vigo se encuentran las naves de Alfageme y La Panificadora, construcciones impulsadas por el arquitecto vigués Manuel Gómez Román.
De Alfageme a la Panificadora: rehabilitación con memoria
En la primera, el Concello busca reconvertir el antiguo uso industrial del espacio en un complejo residencial y terciario, pero también con importantes beneficios para uso público, respetando y evocando en todo momento el pasado fabril, conservando las edificaciones históricas con una puesta en valor adaptándolas a los tiempos actuales y abriéndolas a la ciudadanía, ayudando también a recuperar un espacio degradado por el paso del tiempo y la inactividad.
Serán un total de tres bloques de viviendas. Al ser patrimonio industrial catalogado, la actuación respetará elementos históricos a la vez que revaloriza los principales elementos. En La Panificadora se rehabilitarán los edificios para uso ciudadano y en La Artística se plantea un uso residencial.
Patrimonio industrial más allá de los nombres conocidos
Pero más allá de estos nombres populares y de los que tanto se ha hablado en los últimos tiempos, lo cierto es que el nuevo Plan Xeral incluye otros elementos industriales catalogados no tan conocidos para el gran público, entre las que se incluyen distintas naves en Guixar o carpinterías de ribera en Teis. Entre ellas se encuentra la fábrica Gándara y Haz, otra histórica conservera de la ciudad que lleva tiempo sin uso y en un estado muy precario.
Otro de los frentes que el Concello planea transformar es el de Beiramar, el que sin duda es la zona con un mayor número de naves abandonadas. Allí se encuentra por ejemplo Albo, sin uso desde que la conservera decidió instalarse en la Plataforma Logística Salvaterra-As Neves (Plisan). Es una de las construcciones más emblemáticas de Vigo y fue levantada por el arquitecto Jenaro de la Fuente. También en Jacinto Benavente se encuentra la nave secadero de Bacalao, que se incorpora al registro de instalaciones industriales catalogadas de la ciudad según el nuevo Plan Xeral. Es un edificio de sillería de granito construido en los años 50 y que albergó a la empresa Pescados Molagón SA. Es sin duda uno de los grandes desconocidos de la ciudad, especialmente de los vigueses más jóvenes.
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