Más de la mitad de las viviendas disponibles en alquiler en Vigo cuestan ya más de 900 euros
Las que cuestan menos son ‘minipisos’, no cuentan con plaza de garaje o tienen mobiliario e instalaciones muy antiguas
Pisos para compartir entre estudiantes superan ya ampliamente los mil al mes
Carlos Ponce / Faro de Vigo
El encarecimiento de las viviendas para alquilar en Vigo parece no tener fin. Pese a que hubo momentos en los últimos meses en que parecía que se había tocado techo, lo cierto es que los pisos son cada vez más inaccesibles, especialmente para los jóvenes que se quieren emancipar. Prueba de ello es que más de la mitad de los pisos disponibles para arrendar en Vigo cuestan ya más de 900 euros al mes.
Los que se ofrecen en plataformas como Idealista a precios inferiores son o bien son minipisos, pues la gran mayoría no supera los 80 metros cuadrados, o tienen carencias básicas para vivir especialmente en el centro de la ciudad, como la falta de una plaza de garaje, que en muchos casos se ofrece alquilarla aparte y que encarece por tanto todavía más lo que tiene que pagar el inquilino cada mes.
Es más, buena parte de las viviendas más económicas son estudios para una única persona y que ni siquiera tienen un dormitorio independiente. Entre los que no llegan a los 900 euros mensuales también hay un importante volumen de inmuebles que son muy antiguos, con mobiliario muy desgastado y propio de otra época y con instalaciones que piden a gritos una renovación.
Llama la atención también que los pisos que superan los 1000 euros al mes, en muchas ocasiones se ofrecen sin amueblar, especialmente los dormitorios y el salón. Es decir, si el inquilino interesado en vivir allí no tiene el mobiliario necesario, deberá comprarlo, sumando por tanto un nuevo gasto a asumir para poder entrar en la vivienda.
La odisea de encontrar piso de alquiler para los estudiantes: poca oferta y precios en alza
Algo que ha llamado la atención en la última semana es el considerable encarecimiento de los pisos de alquiler para estudiantes después de que universitarios denunciaran las dificultades que estaban teniendo para encontrar vivienda para el curso escolar. Ahora es cierto que la oferta se ha ampliado, pero los precios serán inasumibles para la mayoría de estudiantes, especialmente si no tienen beca. Y es que buena parte de ellos cuestan ya más de 1.000 euros al mes.
Por ejemplo, un piso en avenida de Castelao de cuatro habitaciones el propietario lo ofrece para compartir entre estudiantes por 1.200 euros; es decir, si son cuatro, deberían pagar 300 euros cada uno. Y aquí también hay que apuntar que muchos de ellos, tal y como denunció también recientemente el Colegio de Administradores de Fincas de Galicia (Coafga), presentan serias deficiencias, especialmente por humedades y daños que convierten en casi inhabitable el inmueble. No solo eso, sino que la mayoría presentan también mobiliario y electrodomésticos considerablemente antiguos. Y además, les piden en ocasiones fianzas de dos meses, un desembolso inicial que muchos no pueden hacer sin la ayuda de sus padres o o una beca.
Hay que recordar, además, que muchos caseros se niegan a alquilar sus pisos a estudiantes erasmus por la mala fama que les precede, especialmente en cuanto a ruidos y fiestas por la noche, con las molestias que conllevan para el resto de propietarios. Otro de los motivos es que el contrato que firman es únicamente por un año, pues al finalizar el curso se vuelven a su país de origen. Eso echa para atrás a muchos propietarios, que prefieren estancias de larga duración. Es más, en los propios anuncios ya reflejan que “no se aceptan erasmus”.
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