Promotores y concellos dan la espalda al plan de la Xunta para construir pisos de alquiler
La convocatoria establece precios limitados y un periodo mínimo de 25 años destinado al arrendamiento | La primera orden de ayudas, con casi 2,4 millones, prácticamente desierta
X. A. TABOADA / Faro de Vigo
En un escenario económico donde el precio del alquiler no deja de subir, la Xunta ha ensayado este año un nueva modalidad, incentivada mediante subvenciones, para poner en el mercado más viviendas destinadas a este fin. Pero la iniciativa no ha tenido ningún éxito. Promotores, constructores y concellos, a los que iba dirigida esta pionera línea de actuación con ayudas por 2,360 millones de euros, han dado la espalda a la propuesta del Gobierno gallego. Tanto que la Xunta ha tenido que reajustar sus previsiones para este año y retirar prácticamente el 98% de los fondos para redirigirlos hacia otros fines, aunque también estarán vinculados con la vivienda. Para el objetivo inicial de esta iniciativa solo han quedado 53.000 euros.
La Consellería de Medio Ambiente justifica este comportamiento en que se trata una línea de subvenciones novedosa y que resulta “algo habitual” que en el primer año de una convocatoria apenas se obtenga respuesta. “Este tipo de programas necesitan un tiempo mínimo para calar entre los sectores a los que van dirigidos y para familiarizares con los requisitos y los plazos”, aclara el departamento de Ángeles Vázquez.
El plan, con carácter trianual, disponía originariamente de 5,778 millones de euros repartidos entre este año (2,360 millones), 2020 (1,4 millones) y 2021 (2,018). Los destinatarios eran concellos, promotores y cooperativas a los que se incentivaba a construir pisos para ponerlos en alquiler durante un periodo mínimo de 25 años. La ayuda se concede en proporción a la superficie útil de cada vivienda, hasta un máximo de 300 euros por metro cuadrado. La cuantía máxima de esta subvención no puede superar el 40% de la inversión de la actuación, con un límite máximo de 31.500 euros por vivienda si el alquiler no supera los 7 euros mensuales por metro cuadrado. Los promotores podrán optar por otra ayuda, de hasta 350 euros por metro cuadrado de superficie útil, si el alquiler no supera los 5,5 euros por metro cuadrado. La cuantía máxima de esta subvención no podrá superar el 50% de la inversión realizada, con un límite máximo de 36.750 euros por cada vivienda.
Pero resulta que la primera convocatoria, por importe de casi 2,4 millones de euros, ha fracasado. Tan solo se han asignado 53.000 euros y la Xunta se ha visto obligada a vaciar la anualidad correspondiente a 2019 de esta línea de subvenciones para destinar los recursos a otras partidas vinculadas con la vivienda, en este caso, para rehabilitación, para las que sí existe mayor demanda. “Una vez cerrado el plazo de presentación, se comprobó que las solicitudes no eran suficientes para ejecutar la totalidad de los fondos de la convocatoria y con el objeto de que no se pierdan, haciendo una gestión eficiente de los recursos públicos disponibles, se procedió a realizar el citado reajuste de partidas”, explica la Consellería de Medio Ambiente.
Añade, no obstante que esto suele suceder en las primeras convocatorias de nuevas iniciativas, como ha pasado con el programa de rehabilitación de las antiguas casas de maestros, que inicialmente pasó inadvertido y que ahora tiene mucho éxito entre los concellos.
Ahora está por ver si en 2020 y 2021 el programa de construcción de viviendas para alquiler tiene éxito o no. De momento, como no se sabe la respuesta que va a tener, la Xunta mantiene las cuantías originales, pero en todo caso, con lo ya recortado este año, la reducción del programa es del 40%.
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Casi 6 millones para tres años
El programa, que es la primera vez que se aplica, cuenta con un presupuesto de 5,8 millones de euros para distribuir en tres años.
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Ayudas de hasta 36.750 euros
El plan permite otorgar subvenciones de hasta 36.750 euros por piso construido, aunque el precio del alquiler quedaba limitado a 5,5 euros por metro cuadrado.
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Alquiler por 25 años
Una de las condiciones para acceder a la línea de ayudas es que los pisos se destinaran como mínimo 25 años al alquiler.
Un mercado cuyos precios mantienen una tendencia alcista desde la crisis
El precio del alquiler lleva inmerso en una tendencia alcista prácticamente desde la salida de la crisis. De hecho, ha subido un 15% solo desde 2016, situándose ahora en casi 418 euros de media al mes en la comunidad autónoma, según los datos que maneja el Observatorio da Vivenda de Galicia. Y detrás de esta subida hay varios factores que destacan sobre los demás.
Uno es, tal como declaró el Banco de España en un informe monográfico, la temporalidad, la parcialidad de las jornadas y la todavía alta tasa de desempleo, con mayor impacto sobre la población joven. Todo ello influye en los ingresos de los hogares, que ante la falta de seguridad laboral, optan por el alquiler de una vivienda antes que hipotecarse en su compra.
Y otro, es el descenso del stock de vivienda destinada al alquiler. Tanto porque cada vez un sector mayor de la población se decide por este tipo de alojamiento como por la irrupción de los pisos de uso turístico, con una rentabilidad mucho más alta que el alquiler tradicional, lo que está provocando una migración hacia este tipo de negocio, que a su vez resulta incompatible con el primero.
El pasado año se firmaron en Galicia 31.348 nuevos contratos de alquiler, marcando su récord histórico. Y este año, hasta al mes de agosto, ya iban casi 19.000, según los datos del Observatorio da Vivenda.
El cambio de tendencia en las preferencias en el régimen de propiedad del hogar también queda reflejado en el registro de demandantes del Instituto Galego da Vivenda e Solo. Hace unos años, la práctica totalidad quería un piso para comprar y ahora, de los 14.000 inscritos, unos 11.000 apuestan por el alquiler.