Crecen los hogares que no pueden comprar y el ‘stock’ del alquiler es el más bajo de la década.
Ana Blasco / Faro de Vigo

Es uno de los grandes problemas en la ciudad: la demanda de alquiler y compra de vivienda es la más potente de toda Galicia, pero hay poca oferta y los precios son los más altos de la comunidad. Así, una parte de la población, la de las rentas medias-bajas y bajas, tiene serias dificultades para acceder

Benito Iglesias, presidente de la Asociación de Empresas Inmobiliarias de Vigo (Asemi), hace una radiografía de la situación. Explica que el ahorro propiciado por el confinamiento y la recuperación posterior permitió a las rentas altas cambiar de casa o invertir en el ladrillo. Esto ha hecho que el nivel de compra-venta sea “el mejor casi desde 2008”.

Sin embargo, la subida del Euribor y el endurecimiento de las condiciones de las hipotecas, entre otras cuestiones, ha afectado a los hogares de rentas medias-bajas y bajas y ha aumentado el número de los que no pueden acceder a una vivienda en propiedad. “Se derivan al alquiler pero ahí hay otro gran problema: el stock es el más reducido de la última década”, resalta y concluye: “Hay muy poca oferta y mucha demanda. Se lo pone muy difícil a la gente joven”.

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