Atlántico
R.S.

Un total de 75 proyectos de muy diversas escalas y localizaciones se presentaron este año a los Gran de Area

Seis obras de arquitectura de la comarca viguesa lograron un sobresaliente. Las delegaciones de Vigo, Pontevedra y Ourense del Colegio de Arquitectos de Galicia fallaron los galardones de los Premios Gran de Area de Aportación a la Arquitectura 2024. Estas distinciones suponen un reconocimiento a la labor conjunta y necesaria de todos los agentes que intervienen en el proceso de gestación y construcción de una obra de arquitectura de calidad desarrollada en estas demarcaciones.

El objetivo es destacar el valor de la obra arquitectónica, una “pequeña pero importante aportación a la arquitectura, a la creación y a la puesta en valor del entorno”.

Este año se presentaron 75 proyectos de muy diversas escalas y localizaciones, que son el resultado que aglutina lo mejor de los arquitectos y de las arquitectas, pero también de todos los agentes de obra que los acompañan en el proceso constructivo, como son los promotores, ingenieros, constructores e incluso artesanos de la madera y del metal, entre otros.

Se trata de obras de carácter urbano, habitacional, industrial, comercial o paisajístico, y con escalas también muy diferentes, desde pequeñas intervenciones, casi estratégicas, a otras que resuelven espacios urbanos la escala de ciudad.

Después de horas de intensas liberaciones, el jurado seleccionó 12 obras (6 situadas en el área de Vigo, 3 en el área de Pontevedra y 2 en el área de Ourense; además de un proyecto itinerante). La entrega de premios se celebrará el 25 de enero en el nuevo Edificio multiusos sociocultural de Tui, rehabilitado recientemente.

Una fachada en García Olloqui que respeta lo viejo
En García Olloqui 3 se hizo una rehabilitación en un edificio catalogado de ocho viviendas. El arquitecto Pablo Menéndez fue galardonado por una “rompedora solución de ampliación de fachada, perfectamente integrada con el edificio preexistente y que genera un diálogo coherente” entre lo nuevo y lo viejo. Explican que la nueva fachada constituye una reinterpretación del sistema porticado y que se utilizaron piedras de granito de grandes dimensiones, dando profundidad a los pórticos y con el cerramiento y los huecos en una posición atrasada. Se trataba de un edificio vaciado, sin cubierta ni forjados.

Volúmenes sobrios y elegantes en Valladares
El jurado valoró una vivienda unifamiliar de la Volta do Groño en Valladares por sus “elegantes y sobrios volúmenes”, así como su construcción mediante paneles prefabricados de madera contralaminada y madera cemento que ayudan a la configuración de la vivienda. El proyecto es obra de los arquitectos Faustino Cambeiro y Juan Ignacio Prieto. La vivienda está en una parcela rectangular con notable pendiente en dirección oeste-este. La banda edificada plantea una secuencia de usos que de oeste a este define los espacios para garaje, despacho, vestíbulo, cocina, salón, dormitorio de invitados y dormitorio principal.

Interiores amplios y con luz en Nigrán
El jurado premio el proyecto de Alfredo Sirvent para una vivienda unifamiliar de la Avenida Castelao en Nigrán que sorteó una dificultad urbanística, la forma de la parcela, que se resolvió apoyándose en la traza curva de la alineación. La vivienda cuenta con un muro curvo y se distribuye en dos plantas, con interiores que buscan la amplitud espacial basada en la integración de espacios, visiones cruzadas y grandes paños acristalados para prolongar la mirada y captar la luz natural, filtrada y atenuada mediante grandes voladizos a modo de porches, que dilaten y enriquezcan la transición interior-exterior.

Casa en Gondomar en armonía con la naturaleza
El jurado valoró la adaptación de una vivienda tradicional de Gondomar para convertirla en un hogar actual con bajo impacto ambiental, que conllevó una profunda reflexión sobre el uso de recursos y la relación con el entorno natural. A través de elementos como el acceso a través de un invernadero de vidrio, la pérgola vegetal o el estanque exterior, es posible revitalizar la edificación y fomentar un estilo de vida en armonía con la naturaleza. Esta rehabilitación no es solo un proyecto arquitectónico, es “una declaración de compromiso hacia un futuro más sostenible”. Es obra del estudio Arquetipos y Brais Barreiro.

Una obra en O Rosal que da relieve al paisaje
El Concello de O Rosal impulsó el área de recepción de visitantes de los molinos del Folón y del Picón, para poner en valor, divulgar y conservar el conjunto patrimonial, así como potenciar la oferta turística de la comarca. El jurado dijo que en el conjunto prima la sobriedad para que el paisaje sea protagonista y que los volúmenes de hormigó se camuflan con el entorno. Incluye un aula al aire libre, zona de aparcamiento y zona de descanso con un quiosco, un área de mesas cubierta por una malla metálica a modo de protector solar y un módulo de aseos públicos con punto limpio. El arquitecto es Mauro Lomba.

Salceda recupera una plaza pública con galardón
El jurado valoró el uso de los materiales, la iluminación y el pequeño gesto de colocar un banco alrededor de un castaño para generar un nuevo espacio de convivencia peatonal. El proyecto de Carlos Álvarez consistió en la recuperación del Carreiro del Rollo, un entronque de caminos en pleno casco urbano de Salceda. La intervención recupera el camino como espacio peatonal y público para el vecindario de Salceda. El punto neurálgico de la intervención será una pequeña plaza ubicada en el entronque de los 3 brazos del sendero. En cada una de estas entradas se colocan bancos y báculos de luz, y se recuperaron los cierres tradicionales.